Pensar en las botas de alta montaña La Sportiva Spantik es proyectarse. Sin duda alguna, el solo hecho de verlas me causa una seguridad sin medida. En lo alto de las montañas, por sobre los 6000 metros sobre el nivel del mar y en ascenso, las condiciones climáticas se hacen cada vez más adversas. En expediciones previas, ciertamente, he sufrido con el congelamiento de los dedos de los pies. El dolor agudo causado por el frío a esas alturas en las puntas de los dedos es una real molestia. Si no estás intentando encogerlos y abrirlos mientras asciendes, estás pateando con la punta de tu bota alguna roca o el suelo cuando estás parado, ya que necesitas que tus dedos reaccionen y sumen algo de calor. Es una gran preocupación que se añade a tu actividad si el calzado no es el mejor para determinados contextos.
Por eso, por recomendación de mi buen amigo y guía oficial de alta montaña Octavio Salazar, puse la mira en estas botas, diseñadas para alturas de más de 7000 m s. n. m. Ciertamente, no las venden en mi país, así que me dirigí directamente a la página web oficial, la cual puedes encontrar aquí, donde hallarás no solo la información técnica y características de este producto, sino de muchos otros que te podrán ser de utilidad si te gusta el deporte de aventura.
Fue toda una logística el poder adquirirlas y tenerlas finalmente en mis manos. Doy infinitas gracias a mi padre, mi madre y una amiga cercana a la familia por su apoyo, sin el cual me hubiera sido imposible a estas alturas conseguirlas y seguir preparándome para los objetivos que me he planteado alcanzar. Desde aquí, para toda persona que me esté leyendo, reitero mi promesa de no claudicar jamás.
¡Abrazos y éxitos!
Para cerrar, les dejo con un tema que me gusta bastante de una banda que he conocido hace poco: «When the sun goes down» de Crystal Viper.
Un buhíto en la montaña 