Desde lo alto del Ubinas y un cráter inmenso

Una vez al otro lado del primer farallón, lo único que contaba era seguir subiendo en diagonal hacia la derecha de cara a la montaña. Era un camino puramente sobre nieve, y nada estaba “trazado” desde un principio. Es decir, cada huella iba a ser nueva.

Como es de su pericia (expertise), José, el guía, iba a ir evaluando cada zona y marcando la ruta a medida que avanzaba. Una superficie de tierra no proporciona el mismo panorama que cuando está cubierta de nieve, y menos cuando una montaña puede cambiar en el tiempo, y aún menos cuando se la visita con menos frecuencia. Son todos ellos factores que José ya conoce muy bien y, si bien dejó a notar el ligero agotamiento por el ascenso del día anterior (por supuesto, yo también ya lo estaba), se encontraba en su mundo (al igual que yo en el mío). Mi confianza en su capacidad es plena.

Detrás de José andaba yo y, por último, Elvis, quien estaba fortaleciendo su experiencia con el fin de ampliar su rango de alternativas de guiado (en este caso, según me comentó Norma, aquella era una ruta nueva para él también). Sé que, a futuro, alcanzará la independencia que necesite en su rubro; es lo normal. Me alegra haber aportado con financiar este viaje para ello. Además, ha hecho cumbre en Solimana, otro de los volcanes que deseo ascender, aunque tiene una dificultad técnica que, ciertamente, me hace levantar la ceja. Por su acompañamiento a José en el ascenso del día previo, pude notar en él, de igual manera, cierto agotamiento, pero, una vez más, nada del otro mundo.

El zigzag, como es de esperarse, es una regla básica en los ascensos, y en ese plan continuamos hasta alcanzar el segundo farallón. Ya por la altura alcanzada, no fue necesario treparlo, sino atravesarlo directamente por un costado y llegar a una vista donde podíamos darnos cuenta de que la punta que se ve desde el campamento no es la más alta, sino que hay otra que se erige por detrás.

Entonces, se trataba del último tramo. Por espacios abiertos entre las rocas y el suelo, ya podía tenerse una primera visual del inmenso cráter. Cuando empezamos a subir, ahora sí, la colina final, señalé al pico con un “¡ahí muere!”, una expresión, al menos limeña, para referirse a la finalización de una actividad. Aprovechando la breve parada para “chequear” el cráter, Elvis siguió avanzando y pasó adelante. Al continuar luego en el nuevo orden, ambos guías llegaron primero y yo por detrás.

¿Ves nuestras huellas?

Cumbre.

El gran cráter. Otras fotos se aprecian en el video que está al final.

Sé que saber si se trata de la cumbre más alta del Ubinas aún permanece en la oscuridad. Es más, desde allí, parecía que la cumbre contigua era la más alta, pero también podía ser la que le seguía a ella. Debatiendo amenamente con José, le dije que, si trazáramos una línea recta imaginaria desde donde estábamos en dirección del monte que albergaba la cumbre contigua, chocaríamos con su pared de roca en lugar de solo encontrar viento. José me “retó” a traer una herramienta cuyo nombre no recuerdo para hacer esa medición. Pero, incluso, esa suposición mía es errada, ya que la Tierra tiene una esfericidad y creo no equivocarme en decir que, al comparar cumbres de altura similar solo con la vista, puede generarse una ilusión visual, principalmente influida por las cercanías y lejanías.

Hay dos maneras de saber cuál de las tres es la cumbre más alta: uno, que la exploración del Ubinas continúe (no por aficionados, sino guías de montaña oficiales con el equipo de medición adecuado) como un estudio de una de las principales escuelas de guiado de alta montaña en el país, AGMP o AGOEMA, o también INGEMMET, y sus resultados sean publicados oficialmente; dos, que pueda ir, en viajes distintos, hacia las otras dos cumbres y, desde una (engañosa) perspectiva visual, esta vez completa, pueda darme cuenta de cuál es la más alta. Si no llegara a determinarlo, al menos sabría que alguna de esas tres “fue”. No me incomoda esa perspectiva, pero sí sería un trabajo el generar la logística para esos viajes, que asumo que serían más caros que el que hice. En principio, el punto de campamento no puede ser el mismo, sino que cada pico debe tener su propio espacio para acampar. De lo contrario, se estaría introduciendo mucha ineficiencia en los ascensos.

La cumbre contigua.
La cumbre que le seguía.

¡Ah, por cierto! Aunque alguna foto pueda mostrar lo contrario, no se puede pasar tranquilamente de un pico a otro, sino que tardaría horas. Hay un cierto nivel de lejanía entre cada par, pero, más que eso, una tremenda desescalada por hacer de un lado para volver a subir por el otro, sin mencionar la peligrosidad implicada. No son pasos simples. Por ello, recalco una vez más, es muy recomendable que el ascenso a cada pico sea desde fuera de la montaña.


Foto con mi guía, José. La tercera cumbre que alcanzo gracias a su guiado.

Allá arriba estuvimos tomando diversas fotos, sobre todo yo. La vista es espectacular; el cráter, inmenso. Según lo conocido, tiene, aparentemente, un diámetro de, aproximadamente, 1400 metros, aunque no me quedó claro si es midiendo únicamente el gran hoyo visible, o también considerando el espacio de tierra (en esta oportunidad, cubierta de nieve) que lo rodea por una de sus “medias lunas”, ya que la “circunferencia” completa podría también interpretarse como un hoyo más grande cercado por los montes que terminan en los picos de la montaña y las otras colinas que no se elevan hasta formar picos.

De todas maneras, me siento muy satisfecho con el logro de esta cumbre y le doy la validez que merece: hice una de las cumbres más altas del volcán Ubinas, y la consideraré una meta cumplida más —sin que ello me impida regresar algún, de ser posible, para ir tras las otras—.

Levantamos nuestras cosas y empezamos a bajar.

Para apreciar mejor las fotos, puedes ver el video en HD (1080p). Un extracto de este video, esta vez, es una sección en movimiento que grabé desde lo más interno del cráter que pude hacia fuera. Incluye una foto de ambos guías, José y Elvis, también en la cumbre.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s