Feliz y próspero 2020

La víspera la pasé en familia y con mi pareja. Colocamos globitos, escribimos sobre algunos de ellos, hubo sombreritos, antifaces y corbatitas. Cenamos juntos, bailamos, conversamos. Cuando llegó la hora, nos saludamos con abrazos. Luego, jugamos un juego de mesa y, finalmente, fuimos a dormir.

El 2020 ha empezado con muchas esperanzas para mí. El 2019 fue un año de mucho cambio y expectativa, pero dejó caminos inconclusos. En cuanto a mis perspectivas a futuro, estas siguieron evolucionando, como suele ser común en mí. Es decir, busco tener la certeza de que un camino puede ser factible para mantenerlo abierto. Vivir una falsa expectativa es una de las peores pérdidas de tiempo que se puede experimentar. No obstante, he ideado ciertos «paisajes» que ya estoy dibujando, y los miro con la seguridad de alguien que ya ha pasado por triunfos y decepciones que lo han marcado, y que es consciente, además, de que la ruta del aprendizaje siempre es amplia y llena de oportunidades.

Los primeros días del año han rebosado de tranquilidad. Sin embargo, la semana que inicia hoy pone en marcha, una vez más, la búsqueda de mi futuro y de todos los sueños que se encuentran a la espera.

El calor está intenso en Lima y, sinceramente, espero que se mantenga así (excepto en las noches, ya que complica el dormir). Un día iluminado es el mejor aliciente para el espíritu que quiere sumergirse en la vorágine una vez más, pero que aún necesita recuperar algunas horas de sueño (como el mío).

Por medio de esta motivación, me dispongo a muchas cosas este año. Es así que me parece conveniente retornar al establecimiento de metas, algo que dejé para el inicio de 2019. Esta vez, en cambio, las idearé de una manera prudente.

Sin pretender aburrir a nadie, aquí voy:

Cuantificadas

  • Alcanzar la entrada 400 en el blog (la presente es la 312).
  • Escribir cinco cuentos para niños y niñas con miras a publicación. Esta iniciativa tiene su origen en mi magnífica pareja, a quien le he pedido que los ilustre.
  • Realizar, al menos, 15 salidas cortas (de dos o tres días) de alta montaña (el parámetro será que estén, o lleguen a estar en el camino, por encima de los 4000 m s. n. m.).
  • Realizar, al menos, 12 salidas cortas (de uno o dos días) de baja o media montaña (esta vez, por debajo de los 4000 m s. n. m.). Si hiciera visitas a lomas, no las incluiré en este conteo.
  • Leer y/o terminar de leer, al menos, 15 libros de mi biblioteca personal (excepto libros de administración y negocios).
  • Leer y/o terminar de leer tres libros de administración y negocios.
  • Postular al Congreso Interdisciplinario sobre Rock y Metal: estéticas, identidades y procesos musicales, organizado por el Laboratorio de Estética Musical del Grupo de Investigación en Arte y Estética de la PUCP (mi universidad). La fecha máxima para el envío de resúmenes es el 15 de febrero.
  • Retornar a la práctica de guitarra, la cual implicará ejecutar, al menos, una sesión de práctica en cada semana del año, empezando desde la presente.
  • Participar en tres carreras, incluyendo al menos una de 10k.
  • Aprender y/o reaprender cinco nudos de montaña y acompañar de una práctica constante.
  • Escribir un artículo para la revista Ingeniería Nacional del Colegio de Ingenieros del Perú.
  • Finalizar el programa de Quechua de Idiomas Católica. Término proyectado: abril.

No cuantificadas

  • Mantener la constancia en el deporte: correr y hacer ejercicios variados.
  • Mantener la actualización en el acontecer nacional, sudamericano y mundial.
  • Continuar mi formación académica en la medida que se presente la oportunidad y bajo una organización determinada. Esto implicará la definición de líneas de formación.
  • Continuar con el avance de lectura de la normativa legal peruana vigente de mi interés.
  • Acompañar la lectura libros con la de artículos académicos de manera independiente (aparte de otros que puedan formar parte de un libro de artículos seleccionado para leer) de diversa índole.

Indudablemente, tengo más proyectos en mente, como la realización de determinados viajes, la búsqueda de una consolidación laboral y lo que pueda dictar la espontaneidad del momento. Espero, además, seguir visitando el cine y el teatro, seguir conociendo mi ciudad, asistir a eventos culturales diversos, ir a la playa, al campo, al bosque, hacer obra social y, siempre, pasar tiempo con mi familia y mi pareja.

No obstante, pienso que lo anterior o bien depende de ciertas condiciones o, en cambio, son parte de un día a día en que no quiero pensar en metas. Aun así, si bien las dos primeras listas, efectivamente, se llevan a cabo como parte de un «día a día», sí me interesa allí colocar metas, por el sentido de propósito que les agrega a las actividades implicadas.

Espero que tengas un muy feliz y próspero 2020. ¡Un gran abrazo!


Imágenes descargadas de la plataforma Pexels.

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