Escrita por Luis Alberto León y bajo la versión y dirección de Chela de Ferrari, es una obra de teatro cuya temporada de estreno se dio del 17 de octubre al 12 de diciembre de 2017 y conforma una de las creaciones más importantes del teatro peruano en cuanto a su representación de uno de los periodos más oscuros de nuestra historia: el genocidio de la era del caucho.
En las imágenes que comparto en la parte inferior, que corresponden al folleto informativo de la obra, podrás leer a Brus Rubio sobre la pintura Savia, inspirada en ella; a la directora, Chela de Ferrari, sobre la obra y el contexto en que se enmarca; el poema «La serpiente ancestral», de Fernando Urbina, sobre la cosmovisión amazónica; una reseña histórica del conflicto acontecido por Alberto Chirif, antropólogo especializado en Amazonía; una segunda reseña, esta vez en conexión con las dinámicas de la obra y acompañada de una ácida crítica a la sociedad peruana en general por su rampante indiferencia, por Wilton Martínez, Presidente del Centro Antropológico Visual del Perú; la línea de tiempo de la era del caucho, cuyo primer antecedente se ubica en 1736; una tercera reseña, por María Belén Soria, historiadora e investigadora del Instituto Seminario de Historia Rural Andina de la UNMSM*, que aporta mayor detalle y opinión a lo previamente reseñado; y un psicoanálisis por Laura Benetti de don Jesús, el personaje principal, encarnación de Julio César Arana, quien fuera propietario de la Casa Arana, la cual estuvo constituida por 45 estaciones caucheras según texto de Wilton Martínez, y quien «se apropió de más de cinco millones de hectáreas en la región del Putumayo (hoy parte de Colombia) y donde ejerció un poder absoluto que lo hizo conocido como el «rey del caucho». Su riqueza o influencia fueron tan grandes que controló a los poderes locales y a los gobiernos de turno, haciéndolos cómplices de sus crímenes» (2017).
La obra muestra la degradación de don Jesús en su vejez, postrado en una cama de una habitación nauseabunda en alguna posta médica, sin familia y nada más que su derruida vida, mientras es cuidado por una enfermera joven que mantiene una natural e infranqueable paciencia para tratar a un ser tan despreciable como él, quien constantemente está delirando, quejándose e irritándose mientras sufre su mal. Algunas veces atemorizado y otras enfurecido, emite juicios sobre su vida pasada y presente, y cuyos recuerdos (o alucinaciones) son representados como intervenciones que entrecruzan la línea central de obra, y donde tres mujeres nativas sin cabeza, quienes aparentemente conjuraron contra él para llevarlo a ese estado, buscan recuperar el ser que les fue arrebatado, una simbología considerada muy importante para De Ferrari: «La agencia de la obra está en poder de tres mujeres. Ellas quieren recuperar sus cabezas, tragadas por un hombre. Que la responsabilidad simbólica de la recuperación de la cabeza, es decir, de la visión, voz e identidad de una cultura sea llevada a cabo por mujeres, le dio sentido a mi trabajo» (2017). María Belén añadiría, asimismo, lo siguiente:
En su obra Savia, Luis Alberto León nos presenta el atormentado final de quienes construyeron la peruanidad amazónica a expensas de la tragedia de las culturas nativas. El centenario cauchero Jesús Aspaza lucha contra sus fantasmas del pasado, representados por tres nativas que le reclaman la devolución de sus vidas. Es probable que Julio Arana, como Aspaza, terminara sus días luchando contra sus propios fantasmas, frustrado por no haber recuperado sus posesiones en el Putumayo y demonizado por las poblaciones indígenas. En setiembre de 1952, falleció pobre en Lima, y su nicho, sin lápida, ocupa un pabellón abandonado del Cementerio Presbítero Maestro. (2017)
La obra ha sido presentada, y elogiada, hace poco en el Festival Temporada Alta de Buenos Aires, con lo cual se internacionalizó.
Savia está cargada de una crudeza tanto en lo que se dice como en lo que no. Lamentablemente, no pude conectar mentalmente del todo con la obra, ya que, por un error personal, no solo llegué tarde al teatro, sino que perdí el asiento que me correspondía y tuve que estar lejos del escenario. Y, con mi error, perjudiqué a otras dos personas con quienes había asistido, todo lo cual jugó negativamente en mi mente, por lo que no pude lograr la compenetración que hubiera deseado. Sin duda alguna, estaré esperando volver a verla**.
Aportes intelectuales
Línea de tiempo
Elenco
Exposición «Memorias del Caucho» en el Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social
Periodo: 29 de marzo a 30 de julio de 2017
* Universidad Nacional Mayor de San Marcos
** Savia sigue la línea de La Cautiva, otra obra escrita por el mismo autor, Luis Alberto León, basada en otro periodo trágico de nuestra historia: el conflicto armado interno. Luego de su temporada de estreno, la obra siguió presentándose en oportunidades distintas, así como también lo hizo en Argentina.
Nota
Me he tomado la libertad de fotografiar todas las fotos y artículos del folleto de la obra con el fin de que, quien pase aquí y desee leer lo que estos documentos dicen y expresan, pueda conocer lo que aconteció en mi país en la Era del Caucho, una trágica historia que no ha recibido la atención que corresponde a un hecho de tamaña magnitud. Una vez más, la vida no vale nada, y es una lástima. Sin duda, este folleto es un excelente trabajo académico y de investigación que Teatro La Plaza editó para acompañar Savia.