Existes en lo más profundo de mi ser. Tan solo me basta observar una imagen tuya para que todo aquello que se encuentra dentro de mí salga a la superficie, todo aquello que siento por ti. He creído que puedo escribirte las palabras más lindas del mundo, pero no pienso que sea realmente capaz. Al menos, no soy yo quien podrá hacerlo. No soy yo quien puede obtener una lágrima de cariño de tu corazón.
Te extraño, y eso es todo lo que sé. Mi corazón te extraña, mi corazón te ama. Ojalá pudiera volverte a ver, o tan solo volver a hablar contigo otra vez. El mar, que observo desde lo alto de un castillo, en toda su inmensidad, es testigo de mis sentimientos. Mi mejor amigo, con sus palabras, me dijo que algún día podré estar frente a ti de nuevo. ¿Debería creerle? No lo sabré.
Eres alguien que da luz al mundo sobre su paso. Alguien cuya escucha da paz a las más atormentadas mentes. Alguien cuya mirada penetra en lo más hondo del ser y deja totalmente expuesto a quien te mira, a quien te observa. Alguien cuya amabilidad quiebra las barreras y genera puentes de confianza. Alguien cuyas palabras llenan de sabiduría y compasión a quien te oye. Alguien más hermosa que la conjunción de infinitas ninfas del Olimpo, tan insuperable como el más puro de los manantiales, como lo más alto de las montañas, como los cielos estrellados más inconcebibles del mundo, en horizontes que solo pocos pueden alcanzar.
Por favor, no te olvides de mí. No te olvides de que alguna vez te abracé fuerte, no te olvides de que alguna vez te dije que te quería, e incluso que te amaba. No te olvides de que alguna vez te besé en la mejilla con la intención de decirte que todo mi amor estará siempre contigo.
Por favor, no dejes de volar siempre en lo más alto, que solo así podré ser feliz. Mi recuerdo de ti siempre estará lleno de amor.
Solo espero que ese «algún día» llegue a hacerse realidad. No esperaré más.
Un abrazo desde lo más hondo de mi corazón.
Janis