Rosa Chumbe y la imagen de una cínica Lima que se desmorona a pedazos

Rosa Chumbe es una película peruana dirigida por Jonatan Relayze y escrita por Christopher Vásquez y el director, estrenada el 8 de junio del presente año para el público en general. Una amiga la había recomendado por su cuenta de Facebook y yo, de por sí, pensaba verla, ya que intuía que trataba sobre un tema realista de nuestra sociedad y de manera seria, es decir, sin ánimos de comedia ni clichés innecesarios, lo cual capta bastante mi interés.

Sin más preámbulo, coloco aquí el tráiler oficial. (Espero que el video se reproduzca sin percance alguno, ya que, cuando intenté hacerlo desde el sitio web de la película, no se permitía la reproducción directamente por una cuestión de configuración del video y había que ir a la plataforma de Youtube.)

Asimismo, comparto la sinopsis publicada en el sitio web:

Rosa Chumbe (Liliana Trujillo) es una mujer policía que verá interrumpida su rutina, cuando su hija de 18 años, llamada Sheyla (Cindy Díaz), le robe sus pocos ahorros y se vaya de la casa dejando abandonado a su hijo. Este incidente marcará un antes y un después en la vida de Rosa, quien se verá obligada a cuidar de su pequeño nieto, reencontrándose con un instinto maternal que tenía oxidado.

Sin embargo un acontecimiento inesperado la terminará llevando tras los pasos del Señor de Los Milagros. Rosa se sumará a los miles de seguidores de la procesión, se perderá entre el humo del incienso, los vendedores ambulantes y el fervor existente. Sólo necesita un milagro.

112 Rosa Chumbe [web]
Captura de pantalla de sitio web, 03/09/2017.

Cuántas historias se entrecruzan en nuestra querida Lima. Quién sabe si las acciones emitidas en algunas historias tienen algún tipo de influencia, tarde o temprano, en una era u otra, sobre las acciones que acontecen en otras historias desarrolladas en contextos totalmente diferentes. Algo así como un efecto mariposa.

La inmensa mayoría de extranjeros que nos visitan por turismo forman su imagen de Lima como Miraflores y el Centro: el primer distrito, el lugar para estar, el lugar para tomar un trago, ver el mar e ir de compras; el segundo, el lugar histórico al cual hay que fotografiar. Y nada más. Otros, que no vienen por turismo, llegan a conocer San Isidro también, y quizás San Borja, donde está el Gran Teatro Nacional (hermosísimo, por cierto). Sin embargo, Lima (la ciudad metropolitana) es eso y mucho más. Hay que recorrer Lima a pie para conocerla y tratar realmente de entenderla ―aunque no sea algo que pueda llegar a entenderse, como, por ejemplo, el trato usual que se recibe en las líneas de transporte público tradicionales, que provoca que dos señoras en Rosa Chumbe, en perfecta sintonía con lo real, reclamen al cobrador lo que todo limeño (decente) piensa cuando viaja por esos medios: «Estos tipos creen que están transportando ganado». ¡Quién entiende a Lima! O, mejor, ¡¿quién es Lima?! ¿Quiénes conforman Lima, realmente? Quizás ello dependa del punto desde el que se enfoque la ciudad.

Es una lucha constante, la es para cada uno y una de nosotros y nosotras. La es cada día, cada viaje, cada caminata; cada parada en un quiosco o un mercado; cada cruce de avenida, con y sin semáforo; cada intento de estabilizarse en una combi, cúster o bus (de donde sales con una destreza inigualable para mantener el equilibrio); la es en cada estruendo insufrible de bocinas y cada vez que un vehículo no avanza en el verde y lo hace en el rojo, y un gran etcétera.

La historia de Rosa Chumbe se desarrolla en los distritos relativamente más periféricos de Lima, donde se puede sentir un poco más el caos citadino respecto de otros distritos no periféricos (aunque, igual, avenidas como la Javier Prado son un esperpento a horas punta, entre muchos otros ejemplos de caos que existen por aquí y por allá). La película rescata los detalles de esa Lima, abarrotada, sucia y ruidosa, con calles sin iluminación, el robo al paso, el trato poco cordial, la mirada de la postura defensiva, el descargo de iras entre las personas, las tragedias personales, los rencores familiares, las decisiones irresponsables, el interminable trajinar diario. Sí, ese trajinar, donde tu empleo es uno que utilizas tan solo para tener un dinero de ahorro con el fin de que, algún día, puedas hacer realidad la utópica idea de, valga la redundancia, cambiar de realidad. Un trajinar donde dicho empleo no es lo que está en tu mente mientras estás llevándolo a cabo, sino los infortunios de una vida que ya dejaron su marca imborrable en ti y que sientes cada segundo; un empleo en el cual ni siquiera tienes idea de lo que tienes que hacer y solo te mantienes por cierta simpatía que te guarda tu superior y los apoyos que le das extracurricularmente.

Y debes estar a la defensiva, siempre, ya que hasta en tu propio hogar algún familiar podría usurpar algo tuyo, como los ahorros que estás tratando de juntar a duras penas, sea para aquel utópico futuro del que hablaba, o para el licor que bebes todas las noches antes de ir a dormir, muchas veces hasta quedar pasmado o pasmada, a tal punto que pones tu trabajo aún más en riesgo, tu vida y la de las personas a tu cargo. Al final, te conviertes en uno o una más de las y los devotos de la procesión que se menciona en la sinopsis, la del Señor de Los Milagros, y tu camino se vuelve aquel en que, luego de estar rodeado de cientos de miles de personas caminando lentamente al unísono, quedas sentado o sentada en una calle desolada y sucia, sin consuelo, y con la mirada perdida eternamente en el vacío.

¿Qué es Lima? ¿Quién es Lima? ¿Es la persona que está a nuestro costado cuando viajamos en micro, cúster o bus? ¿Es la imagen vista desde los pisos altos de un edificio? ¿Es el cielo que nos cubre, interminablemente gris? ¿Es el limpiador no solicitado de parabrisas de cada cruce? ¿Es el venezolano que animadamente intenta venderte arepas? ¿Es el policía de tránsito que no aplica la ley en cada falta de la combi, la cúster o el bus, ya sea porque son innumerables y no tiene suficiente capacidad operativa, o porque no le interesa lo suficiente, ya que no afectará su trabajo y solo está esperando al siguiente sueldo, dos alternativas totalmente válidas? ¿Es un tipo cualquiera escribiendo preguntas como estas en una publicación de un blog sobre una película peruana?

No creo que pueda elaborarse una respuesta para la pregunta central; al menos, no una general. Cada quien la encontrará en su camino por esas aceras que decidieron vestirse igual que el cielo que pasa por sobre ellas a muchos kilómetros de distancia, o quizás sea en viceversa; no es relevante.

Si tienes la oportunidad de ver Rosa Chumbe, no la pierdas.

Mañana, a iniciar una nueva y excitante semana laboral.

Saludos cordiales.

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