Recuerdo ese día. 19 de mayo de 2007. Parado frente a él, el primer miembro de la banda que yacía al otro lado de la mesa, le entregué la foto para que la firmara. Muy amablemente lo hizo, expresión seria en el rostro. Antes de pasar al siguiente músico, le extendí mi mano derecha para agradecerle: él me extendió la izquierda y nos saludamos. Después me enteraría de que era zurdo.
He seguido a Angra y Kiko Loureiro desde el día en que un amigo que había conocido en aquella época me comentó que una banda brasilera con dicho nombre vendría a presentarse en el Maestros del Rock Sudamericano de ese año (20 de mayo, un día después de la clínica de Rafael Bittencourt y la firma de autógrafos). Fue la única vez que el festival se llevó a cabo en la ciudad a pesar de haber tenido buena acogida. El año anterior, incluso, se había dado el Monstruos del Rock Sudamericano, de notoria acogida, pero también quedó en única edición.
Hace ya varios meses que Kiko pasó a formar parte de otra de mis bandas favoritas, Megadeth. De un power metal progresivo exploratorio pasó a un fino thrash metal clásico. De un tiempo atrás, Kiko Loureiro se ha convertido no solo en mi guitarrista favorito, sino en una gran inspiración para el estilo de vida que deseo tener. Realmente lo considero una gran influencia por toda la energía que pone en la organización de su vida y su búsqueda del constante crecimiento personal con alto dinamismo y alta camaradería con sus pares. Ha revolucionado Megadeth, ha rejuvenecido a la banda, le ha dado bríos que no iba a conseguir con ningún otro músico.
Demás está decir que su desempeño en su primer álbum con su nueva banda es desbordante en grandeza composicional, versatilidad, adaptabilidad y técnica. Megadeth está en un punto tan alto (tan superior en el género, y de esto hablaré a futuro), que una de las manifestaciones de esto es que no se detiene en la publicación de nuevos vídeos para los temas de dicho álbum, Dystopia, uno de los mejores de la banda junto con Rust In Peace, Endgame, Countdown to Extinction, Peace Sells y United Abominations (sí, United Abominations, como lo leíste).

Es así que, recientemente (24 de septiembre de 2016 para ser exacto), entré a Youtube a ver novedades y lo primero en lo que se posaron mis ojos fue el video de la canción “Conquer or die!”. Pieza maestra. Obviamente, ya la había escuchado. Sin embargo, ver un vídeo es una experiencia distinta. Sin duda alguna, Kiko hace un despliegue de habilidades que no puede ser comparado. Ni el propio Dave podría haberse imaginado esa intro de guitarra clásica, tan profunda y melancólica.
Los amantes obsesivos del pasado seguirán diciendo que aquel otro (gran, por supuesto) ex-guitarrista fue el mejor y que nunca habrá mejor Megadeth que la de aquella época ya transcurrida. Lo entiendo, pasa con todas las bandas. Y es que muchos seguidores no están dispuestos a aceptar que el mundo cambia constantemente y en toda medida. La modernidad aplasta a la posmodernidad en todo ámbito. Esta última es solo una tendencia que ensalza los caprichos de gente que no quiso enfrentar las dificultades de lo moderno. Aquellos seguidores se aferran a su generación, aquella en la que vivieron el primer gran desarrollo de sus bandas queridas, porque eso les da seguridad emocional, una seguridad no admitida frente a una debilidad (aun menos admitida) del inconsciente. Es el miedo a quedar en el vacío, a quedar desfasados, a, como diría Bauman,
… que nos tomen desprevenidos, a que no podamos seguir el ritmo de unos acontecimientos que se mueven con gran rapidez, a que nos quedemos rezagados, a no percatarnos de las fechas «de caducidad», a que tengamos que cargar con bienes que ya no nos resultan deseables, a que pasemos por alto cuándo es necesario que cambiemos de enfoque si no queremos sobrepasar un punto sin retorno. (2013, p. 10).
Entonces te aferras a lo que fue tuyo alguna vez, figurativamente hablando. Ahora el mundo es muy grande y no puedes tomarlo en una mano, y lo sabes. Aun así, no importa a quién prefieras, sino que lo cierto es que Kiko es uno de los guitarristas más grandes que tiene el mundo actualmente, y es totalmente autosuficiente dentro de los mejores de la historia. Disfruta. Libera tu mente y disfruta. Aquí, “Conquer or Die!”.
Referencia bibliográfica
Bauman, Z. (2013). Vida líquida (A. Santos, trad.). México, D. F.: Paidós.
Imagen de portada en booklet del álbum Dystopia.