Abro los ojos y no te encuentro a mi lado. La otra noche estuviste aquí y te abracé, y me abrazaste, o quizás fue al revés. Me quedo pensando en ese espacio que queda luego de tu partida, aquel trozo de vacío que se forma ante tu ausencia. Soy alguien que piensa que desarrollar la individualidad, el encontrarse con uno mismo en solitud, es un aspecto muy importante en la vida. Sin embargo, ello no deja de considerar el que haya personas que puedan copar tantos lugares de emoción en el propio pensamiento y, al irse, hagan sentir su despedida.
En este caso, inmersos en ese nosotros que estamos construyendo, aquellos lugares tratan de ti y cómo te desenvuelves en mi vida, y cómo compartes la tuya conmigo. Cómo me transmites bienestar al darme tu calor, y cómo me contagias tu alegría cuando tu rostro forma la más linda sonrisa. Pienso que conformamos un equipo muy particular, y me encanta. Me encanta que hayas llegado a mi vida, y que una y otra vez nos hayamos vuelto a encontrar.
Le das paz a mi corazón, una que nunca antes había tenido, y es así que puedo observar mi futuro con un nuevo enfoque, uno más pausado, más centrado, más dirigido y más controlado.
Te quiero mucho, y espero poder aportar a tu vida tanto como tú lo haces a la mía.
Janis
