Sobre esquema de avances

El proyecto Cusco Infinito ha sido definido desde lo que he llamado mundos de experiencia, en un intento por clasificar los tipos de vivencia (experiencia) que obtendría de la amplia diversidad de lo que deseo conocer.

Cada mundo de experiencia tiene su propio nombre, y va desde visitar un museo hasta subir una montaña, pasando por el aprendizaje de un idioma. He dado el mismo peso a cada uno de los mundos y, al interior de cada uno de ellos, he hecho lo mismo con cada elemento de su contenido.

La verdad, no tenía un criterio específico para trabajarlo más que la paridad, ni quise desarrollar alguno más complejo, en el sentido de otorgar más peso a unos mundos que a otros. Por ejemplo, hacerlo con las actividades de aventura y montaña, a las que les doy tanta importancia en mi vida. Entonces, la valoración deja de lado consideraciones de costos, tiempos, dificultad y gustos o preferencias, con lo cual se alcanza mayor libertad de decisión.

Así, en la tabla de la publicación anterior –que vuelvo a colocar aquí–, al lado izquierdo se muestra el avance independiente de cada mundo de experiencia y, al derecho, el avance conglomerado (que es, simplemente, la multiplicación de los avances parciales por un séptimo –1/7– y la suma de los resultados).

¿Qué ocurre con el mundo de experiencia ‘aprendizaje de quechua’? Su propia definición me llevó a pensar en dos fases: un periodo de estudios en Lima (donde vivo) de quechua cusqueño y un periodo más breve en Cusco. De allí que haya considerado dos elementos para este mundo. Sin embargo, he actualizado esta sección del proyecto, lo cual formalizaré en una siguiente publicación (sin que ello modifique el esquema inicial de avance).

Saludos.

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