La vida no es la misma, no es la misma para mí. Cuán maravilloso es tu espíritu, que me atrapó y conquistó. Incluso si llegara el día en que no pudiera ya verte, tu esencia está ya grabada en la totalidad de mi ser.
Solía creer que la vida está hecha para lograr grandes proezas individuales, y también admito que muchas de las grandes metas que me planteé en algún momento se dieron para llenar vacíos que se presentaban en mi recorrido. Algún día te lo dije, aquel día en que nos dimos un hermoso abrazo de despedida al final de esas horas furtivas (y de mi ensueño) en que vine a Lima, antes de retornar a mi viaje.
Pero el mundo ha vuelto a transformarse. Para mí. Ya no veo el futuro como antes. Proezas individuales grandes son muy deseadas, pero ya no suficientes. No puedo ya concebir el mundo sin hacer algo por los demás, por ese prójimo. Toda esa fuerza con que das cada paso en tu vida, esa fortaleza para levantarte ante cada golpe, y esa ternura que proyectas sin siquiera la intención de hacerlo, todo ello es lo más inspirador que he encontrado en mi propia vida.
Y ahora comprendo las cosas un poco más, las siento un poco más. Y es que ahora estoy andando por un camino a nivel interno con muchas piedras, un momento que no pensé que llegaría. El mundo de la mente es impredecible. Y ahora comprendo un poco más el dolor, y eso me lleva a admirarte aún más.
Debo atravesar dicho camino ahora, y es un tema muy personal. Debo seguir, por mis principios y valores. Y es que no existimos en este mundo solo para nosotros mismos. Cuánto sufrimiento hay a nuestro alrededor, y tú me enseñaste a no solo saberlo, sino también percibirlo y convertir esa percepción en acción.
Espero que pueda tener muchos proyectos contigo a lo largo de nuestras vidas. Fuerza siempre y pasos adelante en lo que venga, que se viene mucho.
Feliz día de la Amistad.
Janis