Hace algunos días cumplí un año de haber creado este blog. Sin estar al tanto, llegué a las 50 publicaciones. Si bien en un principio pensaba enfocarme en los viajes que he realizado de corta y larga distancia, especialmente en la actividad de montaña, en el camino decidí ampliar a diversas otras cuestiones que también llaman la atención de mi pensamiento. Sin duda, la parte principal de este blog seguirá siendo lo primero, pero también iré incrementando las publicaciones en las otras categorías que he creado y, de seguro, crearé algunas más.
He ido aprendiendo en el tiempo más funciones de las disponibles en esta cuenta de WordPress, que da 3 GB de almacenamiento para multimedia. Aún no llego ni a la mitad del consumo, aunque en el tiempo también he ido subiendo muchas más fotos de las que subía al inicio. Fue así que descubrí que, al intentar insertar un grupo de fotos a una publicación (en un mismo momento), automáticamente se muestra una pantalla de opciones para la presentación de las mismas. Es la idea de lo divertido hablando en un sentido más general, ¿verdad? Ir descubriendo poco a poco lo que el mundo tiene de disponible, aunque seamos solo granos de arena vistos desde el cielo.
Cuando llegue a cubrir esos 3 GB, veré qué opciones se muestran para actualizar el blog, si se puede adquirir más gigas con la misma versión o, simplemente, actualizar a una versión superior, con lo cual cambiaría todo el diseño.
Ha sido un año intenso para mí. Diría que ha sido uno de mis mejores años, en realidad, seguramente el mejor desde una perspectiva general; sin embargo, he pasado también por momentos muy difíciles. La manera como lo estoy cerrando, ahora que inicia diciembre, no es la manera en que me habría imaginado hacerlo. Y es que, en el plano personal-social, los distanciamientos prácticamente definitivos, en momentos diferentes, con dos personas que llegaron a estar entre las más importantes en mi vida han sido golpes igualmente importantes para mí por su magnitud. Al final, la sensación de desazón termina siendo más fuerte que la alegría por las cosas que salieron bien. Las relaciones personales son, al fin y al cabo, las que más influyen en la felicidad propia.
No hay culpables, el aporte siempre es mutuo e influido por el contexto. La perspectiva de ecología social está siempre presente. He cometido errores y, hasta cierto punto, he tratado de remediarlos, pero a veces hay que partir. Sabes cuando no hay más camino que recorrer aunque tus sentimientos quieran evitar que te vayas.
En el plano familiar, mi abuelita paterna falleció y fue muy triste para nuestra familia. Sin embargo, unidos, hemos salido adelante y la llevamos siempre presente en nuestros corazones. Cada uno de nosotros ha seguido desarrollando sus puntos de vista, viviendo nuevas experiencias en el plano personal, ideando nuevos sueños. Hemos tenido nuestros usuales desencuentros, pero a la vez momentos de alegría y mucha ternura. Si la familia no está bien, no puedes estar bien. La sangre se siente y se defiende.
Por mi parte, he tomado diversas decisiones sobre lo que deseo hacer en mi vida. No diré «con mi vida», porque genera la sensación de algo cerrado, y no es lo que pasa por mi mente. Aunque suene a cliché, el mundo es tan grande. Y esas decisiones son solo guías, ya que en un mismo año tu visión puede cambiar varias veces, porque las experiencias personales que vas viviendo, el movimiento entre las y los contactos, los avances a nivel de tecnología y servicios, las nuevas propuestas de diversa índole desde la universidad, las oportunidades de viaje, las nuevas ideas, el desarrollo del propio conocimiento y habilidades y hasta los impulsos emocionales conducen a expandir las posibilidades sobre cada proyecto chico o grande que puedes emprender. Hay que vivir con entusiasmo cada cosa que hagamos, ya que el tiempo no va a esperar por nosotros hasta que decidamos sonreír.
De esta forma, me despido por ahora. Este diciembre lo tengo relativamente libre, así que estaré intentando escribir bastante, contándoles muchas historias que he vivido junto con múltiples pensamientos, que espero puedan disfrutar.
Gracias por leerme. Un fuerte abrazo.
Janis
¡Felicidades y ánimo!
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¡Muchas gracias! El camino es difícil pero hay que intentar ir siempre con la mejor energía. Un abrazo.
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