Sencillamente, Área 7

Hoy, 18 de octubre de 2016, tomará lugar un gran festival de música en el Estadio Nacional, un festival que parte de la visita de la banda de nu metal Slipknot a nuestro país a raíz de la última gira que está realizando. Al leer esto, quizás estés imaginando que escribo esto porque seré uno de los asistentes a tremendo evento, pero la historia es un poco distinta.

Desde buen tiempo atrás he estado al tanto de la existencia de Slipknot y su trascendencia dentro del género, y también de una de sus particularidades por la cual también se los recuerda (los atuendos). No escucho Slipknot, para ser sincero. No me siento atraído hacia su música. Sin embargo, sé que es una de las bandas más grandes del planeta y que, sin duda, el show que monta debe ser espectacular.

A pesar de lo último, no tenía pensado ir al concierto. No representó una disyuntiva para mí el decidirlo. Simplemente era algo que dejaría pasar como muchas otras cosas que no afectan mis pensamientos. Pero luego todo cambió. Se anunció quiénes serían las bandas de soporte, y entre ellas se encontraba una llamada Área 7. Lo escribo así para generar un contraste, para que, al decirlo, en principio suene como que es una banda pequeña del medio que pocos conocen. Pues, la verdad, es todo lo contrario. Área 7 es una banda de nu metal moderno, fresco y lleno de energía, que está conformada solo por mujeres y ya tiene 15 años de trayectoria en el país. En el tiempo, ha ido generando una amplia base de seguidores, pero también de gente que solo le tira barro, y es que quizás esta última esté hecha de solo esa sustancia.

No me pondré ahora en plan de decir que Área 7 es mi banda favorita en general. Sin embargo, sí es una banda que me gusta bastante y está entre mis favoritas peruanas, junto con otras como TK, Uchpa, RED, Flor de Loto, Nautiluz e Indivisible (la nueva banda de Jorge “El Loco” Mora). Además, he llegado a conocer a sus fundadoras, las hermanas Fátima y Diana Foronda, y solo puedo tener palabras de reconocimiento para ellas. Son realmente magníficas personas que, cada una dentro de lo suyo, va cambiando poco a poco el contexto en que se desenvuelve y, por consiguiente, el mundo en que vivimos. Su arte, de las múltiples formas en que puede expresarse, realza el brillo de palabras como indispensable, relevante y trascendente, entre otras.

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Foto en Facebook de Área 7 Oficial.

Recién allí sentí deseo de ir al festival, y por eso compré mi entrada. Lo hice para campo 3. Aun desde esa lejanía sabía que disfrutaría del show de Área 7, las demás bandas y, por supuesto, la presentación de Slipknot. Sin embargo, una noticia, cuyas raíces me recordarían una de las razones por las cuales me siento tan decepcionado de esta ciudad (Lima gris, siempre gris), llegó el 11 de octubre: Área 7 cancelaba su presentación en el evento. Podía haber ya imaginado por qué.

La banda publicó ese día un comunicado en su página de Facebook donde explicaba su decisión, la cual había sido tomada en conjunto con la empresa organizadora del evento, Artes. El motivo: desde el anuncio de las bandas de soporte, se generó mucha negatividad de parte de una amplia sección del público al que le interesaba el evento (y digo interesaba, ya que es probable que una amplia subsección de esta ni siquiera asistiría; así es nuestro país). Según el comunicado, esta negatividad se vio expresada en la forma de comentarios agresivos de diversa índole, lo cual pudo generar mucho malestar al interior de la banda y la organización. Lo suficiente como para que una decisión de este tipo fuera tomada, algo que me costó aceptar en su momento. Es por eso que este escrito que hago aquí está hecho para dirigir tres mensajes, los que coloco a continuación.

Para Artes

He ido a tus festivales en el pasado, y seguro lo seguiré haciendo en el futuro. Eres una gran compañía, de eso no hay duda. No pretendo conocer el detalle de lo acontecido al interior de tu administración, pero me guío de mis propios principios para decirte lo siguiente. ¿Qué es más importante para ti: morir por tu nombre, morir por tu dinero o morir por los tuyos? Quizá no tengas que responder esta pregunta, ya que tus acciones hablaron por ti. No te hundiste con tu barco, y quizás el barco no necesariamente se habría hundido, sino salido a flote nuevamente, más impetuoso que nunca. No protegiste a una de las bandas que iban a estar en el festival. Te dejaste llevar por tus miedos y no tomaste acción. Generaste una falsa imagen, una falsa ilusión. Dejaste que la podredumbre de Lima ganara. Si de seguridad se trataba, podías haber realizado una inversión mayor para cubrir ese aspecto. Por supuesto, la evidencia de las redes existía y generaba un panorama a tomar en cuenta, pero debía ser contrarrestada con acciones que no estuviste dispuesta a hacer. Y ahora te vanaglorias de que se viene el “gran concierto”. Seguramente lo será y luego no habrá pasado nada, ¿verdad? Pero tú lo sabrás, por siempre lo sabrás. Tan solo me queda desearte el mejor de los éxitos a futuro, pero también que la cobardía no vuelva a ser parte de tu gestión.

Para el peruano de barro

Me resulta difícil dirigirme a ti. Ciertamente, encontrar una manera de conversar con alguien como tú puede ser una de las tareas más difíciles que pueden emprenderse. Y es que no necesariamente hay algo valioso en ti que puedas ofrecer como persona. Avanzas por la vida de la manera más común y corriente posible, sin lograr cambios importantes en tu entorno, sin tener ningún tipo de relevancia, siendo solo una especie rastrera y oportunista sin mayor perspectiva de futuro.

¿Sabes? Yo no tuve mayor éxito con las chicas en mi época de colegio. Y ni siquiera me refiero a formar pareja, sino tan solo buenas amistades. La verdad es que mi timidez e introversión no me permitió sobresalir de esa manera. Recuerdo veces de muy pequeño en que, cuando se daba la oportunidad de tener conversación con chicas que me interesaba conocer, o bien me sentía impedido de decir más que algunas palabras o bien entraba en malhumor y generaba distancia. Y el momento pasaba con más pena que gloria.

En el tiempo vas madurando, conociéndote más, haciéndote más fuerte en aspectos en que no lo eras. Vas superando tu sentimiento de inferioridad. El ser humano tiende a evolucionar de diversas maneras, pero no siempre llega a darse (al menos, en todos los aspectos). Sin embargo, si a esta falta de evolución se añade la formación de una base dañada, con conceptos destructivos interiorizados, a veces estos gestan esquemas negativos que se fortalecen y adoptan diversas formas. En el caso de los hombres respecto de las mujeres, muchos de estos esquemas se relacionan con profundos resentimientos que se expresan en la manera de desprecios, sean sutiles o explícitos, y es mucho de lo que constituye el denominado machismo.

A veces, esos esquemas disparadores de comportamientos se encuentran dormidos hasta el momento en que suceden acontecimientos que los hacen despertar. Y resurge todo aquello que realmente constituye el ser de dichas personas. Ahora, coloca eso en una sociedad perversa donde se espera que las mujeres sean sumisas y no marquen la diferencia. ¿Cómo te debe joder, peruano de barro, que un grupo de mujeres jóvenes se haya propuesto, justamente, marcar la diferencia y no de una manera convencional, verdad? Y no solo eso, sino que ellas estén logrando grandes objetivos, ¿verdad? Y hay más: considerando su gran atractivo (interno y externo), ser consciente tú mismo de que solo representas una materia inservible a su costado. Y mientras, tú, allí desde donde no puedes ser confrontado, allí escondido bajo unos aires de superioridad que ocultan grandes vacíos en tu espíritu, tan solo te retuerces insufriblemente en tu resentimiento, porque eres un tipo sin aspiraciones que te emocionen, alguien que no tendría el coraje para emprender todas las cosas que ellas han emprendido (y en especial las hermanas Foronda, estandartes de la inabarcable amplitud del poder femenino), alguien que solo va a vivir y disfrutar según lo más burdo de esta sociedad, cuando ellas seguirán allá arriba, luchando por grandes sueños y cambiando realidades y vidas.

Y no eres solo tú, sino también la peruana de barro, que, en simple, ve en ellas lo que ella nunca podrá llegar a ser. Y no me refiero a formar una banda de ese estilo, sino simplemente a poner un pie al frente por tus ideales, y tampoco me refiero a los más comunes socialmente hablando, sino los sueños más profundos que te definen como persona. La peruana de barro, aquella cuyos gritos e insultos reflejan su agonía interna por lo débil de su consternada vida y su propia imposibilidad. 

Ustedes, peruano y peruana de barro, se complementan el uno a la otra y viceversa, porque, al final, solo eso son, de eso están hechos, barro. Y podría hablar de cada uno de sus “argumentos técnicos” sobre por qué Área 7 no debía estar en el festival -sí, he leído algunos de sus comentarios-, pero es una empresa que carece de sentido, ya que son argumentos sin fondo y fácilmente descartables. Además, son solo pantallas de sus verdaderas realidades, sus realidades personales, aquellas que demuestran su ínfimo valor como personas. Lo poco que valen como gente. Sé feliz, peruano de barro. Sé feliz, peruana de barro.

Para Área 7

Hola. Mira, no hay mucho que te pueda decir, solo lo siguiente. No necesitas que alguien te dé ánimos: tú misma puedes hacerlo. No necesitas que alguien te diga que los demás están equivocados: no te has construido a partir de las opiniones de los demás. No necesitas esperar que la sociedad cambie: no va a suceder en esta era. Esos procesos toman muchas décadas y parten de reformas sustanciales en la educación. Hasta los países más avanzados, como Finlandia, tienen problemas del tipo. No necesitas que te reafirmen tu gran valor, porque ya es parte de ti. Siéntelo.

Gracias por todo el coraje que demuestras a cada paso. No hay nada más valiente que renunciar a los sueños. Al final, los golpes pasan. El espíritu del ser se encarga de filtrar lo bueno y convertir los malos ratos en aprendizajes, y terminas más fuerte que antes. Habrías estado en ese escenario, recibir golpes y caricias, y a la larga quedarte con la magnífica experiencia. Los golpes pasan, pero renunciar a un sueño es una de las decisiones más admirables que se pueden tomar considerando las posibles consecuencias.

Deja que quienes no saben nada de la vida se regodeen en su propia inmundicia. Camina siempre más alto, que habrá otras montañas por escalar. Desde mi parte, quizás no signifique mucho, pero cuentas con toda mi admiración y respeto.


Habrá otras oportunidades para ver brillar a Área 7 en el escenario. Por lo pronto, aquí está mi entrada.

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¡Que el festival sea inolvidable para quienes asistan!

Up the irons

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