Con base en una referencia previa, republico la siguiente historia originalmente lanzada al público el 11 de marzo de 2016 en este blog, pero con alguna edición extra. He intentado mantener la esencia del momento en que la escribí, como si me encontrara en aquel tiempo. Esta es la segunda parte.
En aquella tarde-noche en Juliaca estuve también pensando en lo que querría hacer en mi vida y que hasta ese momento había postergado. Hay una persona a quien hice referencia en mi primer relato de esta historia en Puno, pero a quien no mencioné. Ella aparece aquí otra vez, en mi mente, generándome una gran motivación, suficiente para superar las barreras que conducen a uno a, usualmente, estancarse en el eterno “algún día”.
Es así como decidí crear este blog. Asimismo, formar una banda de música de rock y metal acústico. De por sí, ya estuve componiendo y grabando en una grabadora de voz unos riffs para presentarlos a un amigo músico (yo para nada me considero uno) y ver qué se puede hacer a partir de allí 1. Sin embargo, en la actualidad, además de mis actividades regulares, me estoy enfocando más en el blog que en la música, pero llegará el momento de intercambiar lugares 2. Son cosas que ya empezaron y que no cortaré 3. La vida no está hecha para descansar 4.
La noche llegó. Me bañé, arreglé la mayoría de mis cosas y dormí. A la mañana siguiente comí lo que me quedaba. Bajé y pedí un taxi que llegó en 5 minutos. Mientras tanto, en la recepción, el encargado discutía con un huésped sobre un pago aparentemente no realizado por éste. Era un verdadero punto muerto, un impasse. En qué habrá quedado.
Subí al taxi y nos dirigimos al aeropuerto. Allí, compré un búho pequeño y colorido de cerámica que, tras pocos meses, terminaría regalando a una roquera de corazón inmenso a quien estimo y aprecio bastante 5.

Ya en el avión, leí un magnífico artículo de Ignacio Cueto, gerente general de LAN, para la muy buena revista In, como los que suele escribir6. Allí decía:
En estos tiempos de “hiperconectividad”, nos resulta cada vez más difícil hacer esa valiosa pausa y detenernos un momento para pensar sobre lo que hemos hecho este año, qué aprendimos de cara al próximo y qué queremos hacer. Es cierto que este 2015 que termina seguramente será recordado por muchos de ustedes como un año difícil y que no deja indiferente a nuestro continente, pero al momento de hacer esta reflexión personal, vale la pena conectarnos con lo que realmente queremos vivir y lograr, destacando los momentos positivos, únicos e irrepetibles.
No hay forma de creer que un sentimiento no es “positivo, único e irrepetible” (o, al menos, las dos últimas características). A través de un sentimiento es que puede explorarse las profundidades del ser, a veces, dando paso a mucho dolor, pero también descubriendo qué es lo que realmente se quiere, a quién o quiénes realmente se quiere, y qué se estaría dispuesto a hacer. A través del sentimiento es que se puede superar los miedos, lo cual no implica desaparecerlos necesariamente, sino el solo hecho de volver al movimiento a pesar de ellos mientras se levanta la cara.
El sentimiento lo es todo. Por él caes, pero también por él llegas al infinito.
Solo para terminar, es a esa chica que estuvo desde un inicio en mis pensamientos a quien le dedico estas palabras, con las cuales cierro esta historia de cinco capítulos en Juliaca y Puno 7:
Llegaste a representar una gran inspiración para mí, fuiste la más linda ilusión. Como te mencioné una vez, cuando necesites un amigo, podrás contar conmigo. Si algún día lees esto, te deseo lo mejor. El mundo cambia, cambia y jamás deja de hacerlo, pero gracias. Siempre, gracias. 8

Notas
1 Ciertamente, no pasó mucho tiempo antes de que el proceso dejara de tener una continuidad. Sin embargo, el 2016, seguiría tocando mi guitarra y, durante el año, viviría una maravillosa y a la vez desastrosa experiencia de vida relacionada, de alguna manera, con el mundo de la música.
2 Mantengo “en la actualidad” para que no se pierda el sentido del momento en que escribí en el texto. Sin embargo, ahora sería más un “en aquel tiempo”.
3 No puede esperarse que haya cosas que no se corten. En la vida hay muchos cambios.
4 Un clisé innecesario, pero fue lo que escribí en la primera versión del texto.
5 Así me sentía en aquel tiempo al respecto. Tales sensaciones se circunscriben a dicho marco temporal.
6 Primero, en ese tiempo era solo LAN. Segundo, era su cargo a la fecha; ahora, no tengo ni idea. Tercero, en los no muchos viajes que había realizado con dicha aerolínea, había leído ya más de un artículo. Cuarto, desconozco si la revista sigue vigente. Al menos, en viajes más recientes, ya no la vi en la parte trasera de los asientos.
7 Originalmente, redacté y diseñé cinco entradas para el blog. En esta nueva edición, cuatro de ellas las abrí en dos partes, como ya habrás notado.
8 Solía escribir este tipo de mensajes, y no solo en el blog. Ya no más. Sin embargo, respeto plenamente el sentimiento que llevaba conmigo cuando escribí dichas palabras.

