Se acerca fin de año una vez más. Me enfrento a mi última semana laboral del año, desde ayer lunes 26 hasta el sábado 30. Es gracioso. Andaba diciendo que en estas semanas (es decir, las últimas de cada año, entre Navidad y Año Nuevo) las personas las toman con más calma. Total, el año ya casi acabó y muchos hacen planes. Me atreví a pensar que sería así también para mí… y la verdad es que tanto ayer como hoy fueron dos de los días más intensos en lo que voy de trabajado en esta empresa. Pequé de soberbia.
He estado cambiando bastante la estructura del blog. Como alguna vez mencioné, se iban a venir cambios. En ese sentido, no hay manera de encontrar la mejor estructura si no se experimenta, si no hay prueba y error, si no hay actualización constante, y es que solo haciendo los cambios te das cuenta de si fue lo mejor o no, o si debes volver a cambiar. ¿Entiendes lo que te quiero decir?
Una buena idea será hacer una reseña de las categorías actuales en el pronto futuro. Por ahora, considerando que se acerca el cierre de año, estableceré un grupo de metas que querré lograr para 2018 desde mi visión actual. Lo digo así, ya que mi experiencia personal me dice que hay mucha mudanza en el interior de una vida. De un momento a otro, puedes entrar a situaciones donde jamás te hubieras imaginado estar. Eso implica que podría modificar al menos una de las metas que me voy a proponer. E, incluso, eliminar o agregar nuevas. (No es que recién me vaya a proponer estas metas, sino, más bien, que las voy a publicar. En realidad, siempre estoy proyectando lo que deseo hacer en mi vida. Es un proceso siempre cambiante hasta que van quedando los elementos que se asientan firmemente en mi mente y alma, cuando descubro que son lo que quiero llevar a cabo.)
De por sí, no se trata de metas «al azar»; es decir, no es que no vayan a tener validez tomando en cuenta el concepto previo de que podrían cambiar dadas circunstancias que uno podría no prever. Pero, al menos, serán las que definan mi rumbo inicial en el año que está por empezar. Aquí van:
- Culminar tres artículos de índole académica, buscar fuentes de publicación y enviarlos para evaluación. Aún no decidiré los temas, ya que ello debo reflexionarlo primero.
- Iniciar la Diplomatura de Estudio en Estadística Aplicada de la Facultad de Ciencias e Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica del Perú y continuarla satisfactoriamente en el periodo que corresponde a 2018. (Es decir, dura hasta el año subsiguiente y la idea es llevarla a cabo satisfactoriamente de principio a fin, pero para este escrito estoy pensando solo en 2018.)
- Alcanzar las tres cumbres que me he planteado para julio y agosto. No daré mayor información al respecto. Sin embargo, una de ellas es fundamental y la coloco como representativa del grupo.
- Leer doce libros de principio a fin. Asimismo, acabar los seis libros que tengo abiertos y avanzando. No incluye libros de texto de formación académica (y es que son interminables…) ni separatas o compendios de separatas de lecturas variadas (tengo muchos de esos…). No quiere esto decir que no podré leer de ellos, sino que no los incluiré como parte de la meta.
- Al igual que para este año, escribir 100 publicaciones más en este blog, lo cual no toma en cuenta sub-páginas como las que están en la portada de bienvenida. (Por cierto, con esta entrada, llego ya a 98 escritas en 2017.)
- En una economía como la nuestra, es imperativo plantearme una meta de trabajo: mantener la vida laboral al menos en un 84% respecto de la totalidad del año. Ello equivale al menos a 305 días calendario, lo cual deja unos ajustados 60 días para conseguir otro trabajo en caso deba hacerlo.
- Si bien es una meta difícil de definir, me propongo retomar la música para el segundo semestre del año.
Sin más que decir, llego al fin de esta publicación y me alisto para ir a dormir. Iré contándoles cómo me va a futuro.
Aquí un tema de una de mis bandas favoritas:
Aquí uno más:
¡Hasta pronto!