Y llegué al final. No sé si fue la mejor idea haber emprendido el esfuerzo, ya que fueron excesivas publicaciones para un mismo libro, que a su vez es pequeño. Indudablemente, el tema me interesaba mucho, y sigue siendo así. Mi amor por Barcelona, que se extiende como un cariño por Cataluña y, a su vez, como un aprecio por la España entera, hacen que quiera seguir conociendo sobre su historia.
Tengo en mi biblioteca varios libros al respecto, algunos de tamaño considerable. El libro de Marx, que en realidad es una recopilación de artículos del autor realizada por Alianza Editorial, fue solo una introducción, y muy mediada por sus propios sesgos en sus interpretaciones. Uno de los aspectos que me quedó muy claro fue su incapacidad de reconocer a nombres que impulsaron grandes empresas (empresa como “acción o tarea que entraña dificultad y cuya ejecución requiere decisión y esfuerzo”, según el Diccionario de la Lengua Española). Es obvio que nadie actúa solo, pero negar la existencia de liderazgos, en especial con objetivos que el propio autor favorecería, es quedar como un resentido.
Mi viaje a Barcelona de noviembre de 2023 influyó, necesariamente, en mi deseo de tomar ese libro y leerlo asiduamente, más para poder tenerlo más claro que por lo atractivo del contenido. Es, en realidad, un resultado complejo de traducción al español. Tampoco es una prosa sencilla: se siente muy dura y no es por ser muy técnica. Se trata de la construcción de las oraciones y su concatenación, el excesivo uso de datos y más de un enredo con la cronología. Me dio la impresión de que Marx escribió intencionalmente así por sus aires de superioridad frente a las personas que iban a ser su público, los estadounidenses.
Sin embargo, mi ligero arrepentimiento también se debe a que, en más de una ocasión, me salí del estilo del blog. Debo admitir que me fue difícil presentar una visión espontánea de cada artículo —como sí lo hice en mi noveno comentario—, debido a la manera como cada uno estaba escrito, incluso siendo de solo un puñado de páginas. Entonces, en gran medida, me dediqué a reportar lo que Marx había señalado, y, ocasionalmente, añadiendo alguna opinión. No es así como dirijo este blog y reconozco que fue un tedio escribir esas entradas, con excepción de la primera y la última. Aquí tienes las nueve:

