Yana-Wara es una película peruana sumamente cruda en su expresión escrita por Óscar Catacora —que en paz descanse—, y dirigida por él y Tito Catacora. Evaristo, un adulto mayor de 80 años, abuelo de una nieta llamada Yana-Wara, de 13 años, es encontrado al inicio de la película ante la tumba de ella y, poco después, apresado por las autoridades de la comunidad.
Estas autoridades, por cierto, tienen sus propias reglas. En asamblea, se discute qué hacer con Evaristo: si reportarlo a las autoridades estatales, con el riesgo de traer mala fama a su comunidad, o tratar el caso de manera interna, con el conflicto ético que implicaba. Fue él quien la asesinó y no lo niega, pero exige que su versión sea escuchada durante el juicio, el que la comunidad, finalmente, decide llevar a cabo con su propia estructura. Lo que Evaristo cuenta es lo que vemos como el desarrollo de la película.
Las circunstancias del nacimiento de la niña indicaron, para las creencias de sus padres, que poseía algún tipo de maldición. Recibió su nombre debido a dichas circunstancias. En la película se menciona su significado, pero no lo registré mentalmente.
Me había confundido pensando que “Yana-Wara” estaba en quechua, pero, gracias a la IA de Google (que cita los enlaces respectivos de donde obtuvo el conocimiento), me aclaré: está en aimara y significa “Estrella del amanecer”. Esta descripción es compartida junto con la indicación de que el término es también el nombre de la película que estoy comentando ahora. En el breve extracto, se informa también que la historia se desarrolla en la comunidad Chilliwa, distrito de Conduriri. Aparte, vi que este distrito pertenece a la provincia El Collao, en el departamento de Puno.
Ya a muy temprana edad, ambos padres de Yana-Wara habían fallecido, tragedia que terminó por quitarle el habla. Quedó, así, bajo el cuidado del abuelo. Con la mejor voluntad, Evaristo inició una serie de decisiones en cadena que solo le traerían desgracias a la niña.
La película no tiene matices. Se siente muy brusca, pero no es la brusquedad el elemento que critico. Es, en cambio, la ausencia de pausas que permitan momentos reflexivos (si bien, de por sí, los diálogos son bastante pausados). Combina, también, con la ficción sobrenatural, utilizada para darle realismo a ciertos rituales que se llevan a cabo, aunque quizás pudo evitarse. No obstante, me animo a pensar que la propuesta fue hacer que lo observado sea exactamente lo que acontece a partir de las acciones por los personajes. Es decir, una manera de mostrar respeto hacia las creencias reflejadas en la pantalla a través de lo explícito. Particularmente, hubiese preferido la sutileza.
El sufrimiento y la debacle para Yana-Wara es tan grande y queda tan trastocada mentalmente y dañada físicamente, que su abuelo no ve otra alternativa que asfixiarla con una almohada. El fin de la caída en desgracia para ella, la continuidad de la desgracia para él.
Esta es una comunidad donde, si bien las mujeres mayores tienen una voz, se mantiene patriarcal, a tal extremo que el abusivo maestro de escuela, y violador de Yana-Wara, solo mereció una llamada de atención del comunero presidente de la asamblea y encargado de impartir justicia, quien le dijo que debía casarse con la niña. No solo el maestro no lo hizo, sino que la agarró a patadas en medio de su borrachera, con lo que perdió al bebé: había quedado embarazada de él. El abuelo organizó la extracción del cadáver de su vientre para después enterrarlo.
La venganza posterior fue sublime, pero contraproducente. El maestro volvió arrepentido y supuestamente enamorado de la niña a rogarle estar juntos, ante la vista y paciencia del abuelo. Ella, todavía en recuperación por la golpiza y el embarazo interrumpido, tomó el cuchillo que guardaba cerca y se lo clavó en el cuello, con lo cual se desangró y murió. Tuvieron que enterrar su cuerpo, y sin avisar a las autoridades.
Evaristo, luego, llevó a su nieta con un leedor de cartas y supuesto chamán que podía “exorcizarla”. La sometió a un procedimiento donde el farsante, en medio de un ridículo ritual, la reventó a latigazos, los cuales se vieron frenados cuando el abuelo se “dio cuenta” de que no era la manera de proceder.
Más adelante, llevó a su nieta con una curandera que le dijo que no podía ayudarla, pero había alguien que sí, un “experto”, quien se encontraba lejos. En medio de ello, se quemó su casa (o una propiedad). ¿Casualidad por la disposición de los objetos y el natural obrar del medio ambiente? ¿O provocado por una maldición acarreada por Yana-Wara? Queda para el espectador.
El supuesto experto la sometió a otro ritual, en una cueva alta, donde se iba a poder comunicar con el demonio que, en su interpretación, la tenía sometida. De pronto, empezó una terrible tempestad, todo se puso negro, el caos era total, se abrió una lucha con el diablo, expresado en una voz y cierto rostro que aparecía rápida y parcialmente antes de desaparecer de nuevo. Las rocas temblaban y caían, como en un terremoto, y arrasaban con el lugar.
Cuando todo hubo terminado, ella se encontraba gravemente herida, y el resto es la historia que ya comenté.
La asamblea decidió ver con otros ojos el asesinato y destituyó al dirigente principal, no sin antes mandarlo azotar severamente. Su inacción había contribuido a prolongar la cuesta abajo de la familia conformada por Evaristo y Yana-Wara. Adicionalmente, a Evaristo, por no poder mandarlo azotar debido a su edad, lo desterraron para siempre y quitaron todos sus bienes. Tan solo se fue, cruzando el río, ante la mirada acusadora de su ya excomunidad.
No tengo nada en contra de las creencias de las personas (para aclarar, sin aludir nada irrespetuoso con esta palabra, sino usándola en genérico), pero no puedo dejar de decir tres cosas:
- Cuánta falta hacen las políticas para el cuidado de la salud mental.
- Qué miserable puede ser la justicia, de tipo occidental o no, cuando está embebida de ideologías contrarias a ella, como el patriarcalismo y el machismo.
- Si va a haber un Estado, que llegue a todos lados. Si no, que no lo haya.
Espero que el nivel de atraso observado, porque atraso es, sea solo parte de la ficción de la película, aunque quizás estoy siendo iluso.

Nota. La imagen de portada la obtuve con Copilot. El documental lo vi el 29 de setiembre.
