Cuando empecé a llenar este sitio de entradas (publicaciones, textos, historias… como quieras llamarlas), me di cuenta de que no me iba a limitar únicamente a contar historias de viajes. No solo por el hecho de que una historia puede llevar a otra, y esta a otra, y así a la construcción de diversas cronologías, sino que me resultó muy atractiva la idea de ampliar el rango de anécdotas, pensamientos y reflexiones que podía escribir. Es decir, compartir buena parte de lo que es mi vida a través de este medio para quien desee leerme, y realmente me ha servido, además, para organizarme a mí mismo y definir perspectivas propias. Nada te centra más que escribir a conciencia.
Ese camino me llevó, indudablemente, a elaborar un índice que pudiera proveer un orden para todas las entradas, y ha pasado por incontables cambios. No obstante, puedo confiar en que, cada vez más, me acerco a lo que busco. Por eso, estas líneas que escribo es para comentar al lector y lectora los siguientes dos puntos:
Primero, si ingresas específicamente a la sección del blog e intentas seguir la línea de lo escrito, es muy probable que no encuentres claridad al respecto. Al menos, no una aparente. Ello es porque las temáticas son muy diversas y están escritas de manera entremezclada.
Segundo, para evitar lo anterior, puedes guiarte del índice, el cual siempre estará a la vista cuando te encuentres en el blog o cualquiera de sus publicaciones. Asimismo, en el índice, al interior de cualquier subcategoría que contenga publicaciones, estas estarán ordenadas cronológicamente de la más nueva a la más antigua (a menos que sea explícito un ordenamiento diferente).
Entonces, aquí me despido y, una vez más, ¡gracias por leerme!
Janis
